Kevin Johansen - [2007] Logo || (qué aguante que tenés Johansen...) [POST INVITADO]



por Rodrigo Castañón Silva
Cuando lo conocí al Kevin, fue cuando vino con Liniers al teatro de Pedro de Valdivia donde las rodillas quedan en la garganta, Oriente creo que se llama. Prejuicioso como soy, no había querido escuchar sus discos pues pensaba que se trataba de otro cantautor más de los muchos que abundan. Sin embargo, como le pasa a la mayoría de los prejuiciosos, estaba equivocado. Existía una especie distinta, un tipo que se burlaba de los cantautores. Una vez que salí del teatro, lo primero que hice fue conseguir (no lo compré esta vez…carita triste) su en ese entonces último disco, LOGO, firmado por el mismo más su banda THE NADA.

Lo que encontré fue un viaje espeluznante a través de imágenes, sensaciones y situaciones que nunca pensé que una pieza auditiva podría lograr. Colaboraciones notables, mucho humor, crítica social, espanglish y por sobre todas las cosas, construcciones imaginativas. Todo eso es este disco que me ha acompañado en los últimos cinco años de mi vida, los mismos que llevo con mi mujer…

Vamos por parte, como diría Jack.

Logo es la canción que abre y titula al disco. Kevin dijo algunas veces que un logo es una bella mentira, algo hecho para vender. Yo no puedo dejar de pensar que es un llamado importante a no perder las raíces de buscar el almacén de barrio por sobre las grandes tiendas, por no dejarse engañar por los neones que te invitan a consumir…weás. Como el sujeto pareciera disfrutar de poner una cuota de humor en todo lo que hace, aparece un gritito “it´s the final” tomado de la canción hinchapelotas de Europe. Hay que escuchar esa guitarra eléctrica, que casi se pierde en el fondo, pero que hace de segunda voz para el cantante, bellísimo detalle.  

La crítica que se esboza en Logo, se muestra sin tapujos en SOS Tan Fashion (Emergency!) ¡Quién no ha tenido ganas de mandar a la cresta al otro cuando estai hablando y tu contraparte se pone a revisar el celular casi haciéndose el weón! Eso es no querer perderse de nada y perderse de todo. Johansen lo expone en clave de música disco. Además le pega su repasada a las fiestas donde te obligan a vestirte de un color específico y más encima te sugiere que pares de creer que todo lo que consideras moderno es así, pues ya se ha visto antes. Belleza sonora. (Ojo al final, porque se manda un Can´t you take me Back en el White album).

Antes dije que este cristiano (o anglicano o lo que sea) es dado a construir imágenes y espacios imaginativos. Ya lo hace un poco con SOS Tan fashion… pero donde realmente se expresa es en La Hamaca.

Los argentinos dicen hamaca, nosotros columpio. Es increíble que un espacio netamente sonoro como una canción, pueda hacer que uno sienta de verdad el movimiento del balanceo y hasta huela los prados de una plaza. Es simplemente una de las canciones más bellas que he tenido la cueva de escuchar en vivo.


Mi amigo Kevin además me acompañó a pasar las fiestas patrias del 2010 a Vilches en la séptima región. En ese viaje, creo que me salvé de un machicidio de parte de mi mujer por cantar todo el puto día Road Movie (varias veces al día).  ¿Por dónde parto? La guitarra acústica sostiene todo el tema con dos... sí… dos acordes. Si vas manejando pareciera que los autos se mueven alrededor de la línea de bajo. La guitarra líder sugiere una jornada de relajo, conversa y copetes. Además juega con el espanglish de manera brillante, se da el lujo de inventar la autogeografía y  hasta te deja su mensajillo loco de apoyo a #todossomosmanuellagos ( Someone always bring some ganja, and it doesn´t matter cuanta.) 

En Son del mp3, uno podría sentir el olor a Caribe mientras se mueven las caderas, inclusive las mías, que debieran usar WD40. Juega con el verbo bajar en términos de descargar la música y de degradar al artista consiguiendo su trabajo gratis. Un minuto de reflexión ante la música social, nuevamente humor + prosa + crítica + ritmo.

Como si no fuera suficiente la creación de espacios, Kevin sigue con Fantasmas de Carnaval y Amistad de Borrachera. En la primera, cuando la ha tocado en vivo, Kevin usa videos de marchas Gays, quizás para asimilar la imagen de aquellos que reprimidos no pueden disfrutar cuando todos están en eso y necesitan su propia festividad. Una vez acabada la canción, suena la voz –presumiblemente el productor o ingeniero- que se pone a monologar generando un relato muy argentino, que evidentemente me aprendí y suelo bromear con él. En la segunda, si cerramos los ojos, creo que podemos visualizarnos a nosotros mismos dando jugo en un bar abrazando al amigo de turno preguntando si somos o no amigos (por lo que me han contado, así se pone uno con la ingesta masiva de alcohol…)

No puedo dejar de referirme a Susan Surrender, probablemente mi favorita del disco. Íntegramente en inglés, esta joya folk fue hecha en base a una crítica del por qué la mujer siempre se lleva todo cuando existe una ruptura y que homenajea a la muy guapa Susan Sarandon debido a la similitud fonética entre Sarandon y Surrender. 

Para el final, este disco también le lleva el tema amoroso. Oh my love my love, Luna sobre Porto Alegre y la muy vendida Anoché soñé contigo. A las dos primeras les creo, podría llegar a entender a un hombre enamorado, básicamente porque estoy familiarizado con esa idea. La que simplemente no tolero es la tercera. Es gracias a esta wevá de canción de poesía burda casi Arjonesca que las mujeres dicen que Johansen es un romántico y un trovador, en vez de resaltarle sus virtudes de gran humorista, creativo.  Evidentemente, el hombre tiene que comer y con esta canción parece ha comido tanto que cada vez que viene a Chile, llena teatros a tablero vuelto.

Un discazo de punta a cabo, una invitación a viajar por las ideas y entender como el lenguaje puede pasar a un segundo plano cuando la intencionalidad es la que manda.


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